¿Sabes lo que come tu mascota?
¿Sabes lo que come tu mascota?
Todos nuestros productos son elaborados con ingredientes naturales, frescos y saludables.
Hoy en día, muchos médicos veterinarios y nutricionistas de animales han concluido que la mayoría de los problemas de salud desde alergias hasta cáncer, incluso problemas conductuales pueden deberse a una mala nutrición, hablamos incluso de alimentos promocionados como Premium o de prescripción los cuales suponemos alimentos naturales de primera calidad muy recomendables.
Es una pena que tal vez sin saberlo, somos responsables de los males que nuestras mascotas están sufriendo. Conviértete en un lector de etiquetas educado ya que una buena dieta es fundamental para una buena salud.
Nuestras recetas desde 1997 son originales y premiadas; sin uso de substitutos, aditivos químicos, subproductos o rellenos. Usamos empaque aprobado por USDA para conservación de frescura en alimentos.
EVITA ESTOS INGREDIENTES POTENCIALMENTE TÓXICOS PARA TU MASCOTA
Buena comida, equivale a buena salud.
Azúcar: Ingrediente común que puedes encontrar en la etiqueta como pulpa de remolacha, jarabe de maíz, gluten, fructosa, sacarosa (azúcar de mesa) o la melaza; estos proporcionan calorías vacías que pueden trastornar severamente funciones principales del cuerpo ya que inhiben el crecimiento adecuado de las bacterias intestinales útiles para la asimilación de proteína, calcio y otros minerales. Crea un subidón de azúcar en la sangre que puede generar adicción en tu mascota a un alimento, a pesar de su falta de gusto real o de nutrientes. Puede generar desde problemas de conducta a convertir a un animal en propenso a diabetes, sobrepeso y la mala reparación de los tejidos.
Sal: puede fomentar las mascotas a beber más líquido pero crea un desequilibrio mineral que puede conducir a enfermedades del corazón o daño renal. Utilizado para ocultar el olor y sabor de carne rancia de modo que las mascotas se comerán carnes más baratas fuentes de alimentos no aptos para consumo humano por su contaminación, podredumbre etc.
Levadura: Puede ser una gran amenaza para el sistema inmune ya que deteriora la correcta función del hígado interfiriendo con su trabajo de desintoxicación. Se le relaciona con muchas enfermedades como alergias, artritis y problemas de la piel; que a menudo se revierten cuando la levadura se elimina del metabolismo.
Grasa Animal: es el ingrediente más rancio no nutritivo disponible, especialmente cuando se utiliza sebo. Puede ser difícil de digerir y llegar a la obstrucción de arterias cuando se usa en exceso. A menudo conservado con sustancias químicas que no aparecen en la etiqueta, ya que no se han añadido a la fórmula, sino que vienen con la grasa, lo que puede causar enfermedades en órganos, trastornos digestivos, pancreatitis y aumento de peso.
En Azmira utilizamos la grasa fresca y sólo en nuestra fórmula de gato ya que necesitan las calorías adicionales en función de sus necesidades metabólicas.
Ingredientes de desecho: Es común que la industria de alimentos para mascotas use este tipo de proteínas como carne, tejidos, la piel y las entrañas de los animales en estado rancio, con moho, contaminados con salmonella o demasiado altos en esteroides, hormonas o antibióticos para ser permitidos en la cadena alimentaria humana.
Según Wendell Belfield DVM, un nutricionista veterinario muy reconocido, estos ingredientes de desecho pueden incluir a menudo orina, materia fecal, pelo, pus, etc.
Rellenos: Se ocultan en la etiqueta como el arroz, el maíz, etc. Sólo los granos enteros contienen nutrientes, en su lugar es común utilizar sólo harinas o hojuelas (sobrante de la eliminación de las partes sanas) como relleno barato.
La papa comúnmente utilizada puede obstruir el colon debido al almidón. Un relleno que puede ser fatal es la soya, que aumenta el contenido de proteína, sin embargo los perros no pueden digerir la soya que en su lugar les causa inflamación que puede provocar una torsión de estómago.
Celulosa: es comúnmente utilizada para aumentar el volúmen de los alimentos sin calorías y para ocultar muchos ingredientes no nutritivos y potencialmente dañinos, tales como cascaras de maní y soya; muchas veces fuertemente rociadas con pesticidas que pueden conducir al cáncer. Es dura de digerir, por lo que en el tracto intestinal puede producir irritabilidad.
Aditivos químicos: se utilizan para aumentar la vida útil en el estante del producto, además de agregar color, textura blanda masticable o sabor artificial. Los más comunes son etoxiquina (un estabilizador de goma y herbicidas), propilenglicol (similar al anticongelante), los colorantes y nitratos. La exposición de animales a la etoxiquina se ha relacionado con el síndrome de inmunodeficiencia, cáncer de estómago y el hígado, así como leucemia, daño renal, lesiones de la piel, ceguera y anormalidades fetales.
El propilenglicol fija el agua en las fórmulas enlatadas y secas para que puedan permanecer en el estante durante años. Disminuye la cantidad de agua en el tracto digestivo que puede conducir a una serie de problemas desde bloqueos intestinales a lesiones intestinales cancerosas. El constante aumento en el cáncer de los animales y las enfermedades graves ha sido paralelo al aumento del uso de conservadores químicos en la industria de alimentos para mascotas en los últimos 30 años.
Suplementos alimenticios: suenan muy bien en los materiales de publicidad, pero hacen poco para la comida de mascotas que no sea subir el precio. Debido a su costo y la falta de estabilidad durante la fabricación, los fabricantes no utilizan lo suficiente de estos ingredientes de moda para producir el cambio en una formula de alimento. La glucosamina, sulfato de condroitina, prebióticos, enzimas y suplementos se añaden comúnmente a los alimentos, a pesar de que dan el mejor resultado cuando se administra por separado y, según sea necesario por cada individuo.