El comportamiento obsesivo más común en los perros se le conoce como “Síndrome Retriever” debido al hecho de que las razas de los Golden y Labrador Retriever son más propensas a tener una fijación específica (muy a menudo a una pelota). Los gatos suelen ser más proclives a obsesividad a los lugares, como es el caso de su estación para comer. Ellos regresarán a su plato vacío varias veces en un intento obsesivo porque se les dé de comer, incluso cuando hayan terminado de tomar sus alimentos. Los pájaros, debido a su situación de confinamiento pueden obsesionarse con personas. Los caballos, hasta donde sabemos, no tienen la tendencia a volverse obsesivos como lo hacen otros animales aun cuando son criaturas muy emocionales. El raspado de las tablas de los corrales o establos es la forma más común de obsesividad mostrada por ellos; los caballos pueden encariñarse mucho con otros animales, como el gato de granero, y exhibir un comportamiento aparentemente obsesivo.

Todas las mascotas que se obsesionan lamiéndose a sí mismas, otro objeto u otra mascota; aquellas que mantienen un objeto en sus bocas, aun cuando hay alimento a su alcance; aquellas que se la pasan buscando un enemigo para ladrarle; aquellas que incansablemente o constantemente graznan sin motivo aparente (repitiendo cualquier comportamiento negativo con el que tengan fijación) a menudo parecen desesperadas a actuar mostrando este comportamiento. Todas estas mascotas puede ser que siempre quieran superarse a sí mismas, nunca estando contentas con la rutina. Los estados de ánimo extremos y/o cambios de estado de ánimo a menudo son resultado de desequilibrios hormonales durante diferentes etapas de la vida, incluyendo el proceso de morir. La mascota obsesiva puede tornarse controladora y prepotente. Las disfunciones físicas, neurológicas o digestivas; la artritis y las alergias suelen ser enfermedades comunes que se encuentran en las mascotas obsesivas.

Estabilizar las emociones, especialmente debido a cuestiones hormonales como lo son los ciclos reproductivos que detonan los comportamientos negativos incluyendo la vocalización y fugas, se puede lograr siguiendo las siguientes recomendaciones:

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