Muchos de los síntomas ocurren en los animales, especialmente en perros, dentro de los seis a doce meses de edad. Creemos que esto se debe al hecho de que los propietarios presionan a sus mascotas de raza grande a realizar actividades para las cuales todavía no han madurado lo suficiente, pero lo hacen por el solo hecho de que los ven grandes. Una vez que tu animal ha sido diagnosticado debes limitar su ejercicio a solo unas caminatas cortas al día. Si las articulaciones son presionadas, al punto de fatiga, el tejido comenzará a degenerarse resultando en inflamación y dolor.
La cirugía es lo deseado para estabilizar la cadera, sin embargo hemos encontrado que no es tan efectiva a largo plazo, a menos que se haya presentado una dislocación total y/o desgarramiento de tejidos. Los remedios nutricionales, herbales y homeopáticos ofrecen tanto soporte y recuperación, en una tasa alta de casos, de los que nos ha tocado ver a través de la cirugía. Si la cirugía es tu única opción, entonces estas recomendaciones también serán de ayuda para ti.
Recomendaciones tópicas.-
+Evita estimular a tu mascota para que haga esfuerzos excesivos, permitir que la mascota corra o brinque de forma extrema puede desencadenar la inflamación y el dolor. El brincar demasiado alto, especialmente cuando lo hacen a menudo y en un sentido derecho y hacia arriba o efectuando un movimiento rotatorio de la cadera puede dañar las articulaciones y romper los ligamentos. Los juegos con el uso de discos voladores (frisbee) son responsables de muchos casos de displasia de cadera en los perros.
+Nunca jales de las patas de tu mascota y provee ejercicio suave hasta que alcancen los doce meses de edad, para los perros y gatos. Este es el tiempo que requieren para un crecimiento apropiado y para fortalecer los sistemas estructurales y musculares. Las caminatas largas y pesadas o brincos son factores que causan estrés en las articulaciones jóvenes.
+La natación es una excelente opción para ejercitar a tu perro mientras que fortaleces los ligamentos. Los gatos se ejercitarán ellos mismos aunque debes asegurarte de estimular su movimiento cuando se requiera. Entre más fortalezcas el tejido conectivo, más estable permanecerá la cadera dentro de las articulaciones, reduciendo el daño que lleva a dificultades, degeneración de articulaciones, calcificación (de reparación crónica de huesos) y dolor.
Suplementos naturales para displasia de cadera.-
*Altas dosis de del suplemento “Super C 2000”: hasta llegar a la tolerancia intestinal, o al menos 2000 mg para gatos y perros pequeños, 4000 mg para perros medianos y grandes (puede ayudar a evitar la displasia) o al menos disminuir la degeneración y ayudar a aliviar el dolor al fortalecer los tejidos conectivos en casos existentes.
*El suplemento “Calcium with Boron-3” ayuda en la asimilación del calcio y prevenir su almacenamiento, que puede culminar en esporas en los huesos o calcificación de las articulaciones (comúnmente asociada con la displasia avanzada) y mejora la capacidad del cuerpo para reparar tejidos. El calcio es también un excelente agente paliativo para los músculos de la espalda baja y los músculos de las piernas, reduciendo los espasmos.
Nota importante.- El protocolo del cuidado holístico de las mascotas no es para utilizarse en lugar del cuidado de un veterinario. El cuidado holístico de las mascotas funciona mejor con el respectivo soporte médico, cuando se considere apropiado, como lo son los exámenes clínicos, análisis de sangre, rayos X, etc. conforme se requieran para un diagnóstico válido. El uso de medicamentos debe considerarse en situaciones en las que se amenace la vida de la mascota y todos los protocolos sugeridos deben de ser seguidos por un médico veterinario de su confianza para asegurarse de que el proceso curativo está beneficiando a la mascota y determinar los cambios cuando apliquen. Los análisis de sangre, análisis de orina o muestras de heces demostrarán si el protocolo elegido por el propietario está funcionando.
Para una eficiente elección de los productos o protocolos sugeridos debe existir un diagnóstico formal previo por parte de un médico veterinario.