La disfunción del sistema nervioso puede ser la más difícil de tratar dado que hay una gran cantidad de componentes involucrados. El inicio y regulación de mensajes electroquímicos desde y hasta los sistemas orgánicos y el cerebro es tarea de las neuronas más pequeñas donde se originan y comparten mensajes hacia un manojo de nervios donde son recibidos. La creación y acarreo de los impulsos de las funciones diarias provienen del cerebro, el cual es responsable de los movimientos musculares, la concientización sensorial, la memoria y el aprendizaje, cuando hay un pequeño desequilibrio de minerales como el potasio se puede tambalear y fallar. Continúa hacia abajo por el tallo cerebral (regula el latido del corazón, la respiración, visión y la capacidad de escuchar), el hipotálamo (responsable de los mensajes al sistema endocrino) y la médula espinal (mayor conexión entre el cerebro y el cuerpo). De ahí procede a la bifurcación hacia cada vértebra mediante dos tipos de fibras de los nervios raquídeos que llevan mensajes somáticos de los pensamientos conscientes desde y hasta el sistema estructural y la piel o mensajes autónomos que son reflejos bajo control de las glándulas reguladoras, órganos internos y funciones como la respiración, temperatura y la secreción hormonal.
De la pérdida de los nutrientes (hambruna de las células y alterando los mensajes) hasta daño en el sistema nervioso (debido al trauma, toxinas u organismos), el mensaje puede perderse o mal interpretarse. Esto puede crear una gran cantidad de enfermedades en el cuerpo.
Muchos problemas de entrenamiento y mal comportamiento provienen de desequilibrios neurológicos subyacentes. La toxicidad, la infección viral, los desechos metabólicos o la exposición a químicos, son causantes sospechosos de estos casos de tal forma que la irritación al cerebro y el sistema nervioso pueden manifestarse rápidamente mediante una gran variedad de síntomas. El daño a los nervios mediante el impacto estructural o por impacto traumático puede resultar en temas de movilidad.
El daño cerebral, derivado de accidentes o por trauma brusco puede desencadenar en encefalitis (inflamación) resultando en convulsiones y dolor. Aun recuperándose de una potencial infección viral puede tener consecuencias neurológicas (como la leucemia felina o moquillo). De ahí que, la prevención y la reversa, mediante el uso del Cuidado Holístico de las Mascotas de Azmira, es fundamental.
Primero, hay que cerciorarse con el médico veterinario que hay detrás del diagnóstico. Por ejemplo, ¿Qué parte del cerebro y el sistema nervioso piensa está más afectado (daño al tallo cerebral, deterioración nerviosa, etc.) y por cual motivo (desequilibrio de electrolitos, veneno, deshidratación, infección viral, o inflamación estructural u orgánica)? Nuestra recomendación: Procede a trabajar con esos síntomas, pregúntanos por productos y protocolos específicos para trabajar cada síntoma.
Debes enfocarte en atacar el agente perjudicial, en caso de conocerse, de lo contrario vendrá la recaída. Las terapias supresivas, incluyendo drogas y cirugías pueden ser de ayuda temporalmente pero solamente acelerará la deterioración del sistema nervioso. Es mejor atacar este problema y revertirlo de forma naturopata.